Te amo, como el cielo recibe a la mañana
como las mariposas visitan a las rosas.
Te amo con locura de quiceañera,
incontrolable e incomprendida de sobremanera.
Con ardiente pasión descontrolada,
que me insita a amarte cada día más.
Te amo, porque eres el que vió en mi,
lo que yo nunca pude ver,
y despertaste lo mejor de mi, de todo mi ser.
Liberaste mi alma desconfiada, fría y desilusionada
y haciéndole honor a mi nombre,
me haces brillar con el mejor de mis colores,
que refleja la mujer que en realidad soy,
sin importar los detalles de mi ser.
Te amo, y agradezco a la vida tenerte conmigo,
añorando una vejez completa a tu lado...
Te amo