Nos encanta la mirada,
nos alegra el corazón,
nos recuerda la esperanza
y nos ayuda a dar amor.
Nos predica todos los días,
nos enseña a respetar,
nos regala en su palabra
todo el don de su majestuosidad.
El nos alimenta,
nos enseña a nuestro Dios,
todo lo bello que tenemos,
El nos da con su calor.
Nos cubre cuando hay lluvia,
nos da luz en la oscuridad,
todo lo perfecto de este mundo,
viene de su corazón.
El pescador de amor,
es nuestro hermano,
nuestro dueño y majestad,
¡Oh Padre de mi alma!
esté en tí,mi voluntad.
YOLANDA BARRY.