LEONARDO HENRRICY

NO HAY VUELTA ATRAS

 

Ahora que una brisa mañanera

siembra pétalos de sol en la esperanza

como un tronco de purezas invioladas,

una lágrima se desliza fugitiva

por la historia deshecha de las ansias.

 

Derrama sus recuerdos proscritos en las nubes

que alimentan sus escorias traidas por el viento

y en lo alto de los montes redimidos

la confusión se esparce por los cielos.

 

En el vuelo sostenido de gaviotas

se multiplican ayeres en el pecho

y reclaman soledades hirientes de palabras

como dardos que cruzan el silencio.

 

Tanto dolor se esconde sigiloso

complacido en promesas sembradas en el barro

Los engaños se arrastran poderosos

y se besan con sonrisas cautivas en los llantos.

 

Luz y sombras se enfurecen como fieras

por la serpiente sutil de los reflejos,

la añoranza va cantando una canción dormida

y se arrulla en el vaivén de los desvelos.

 

Sol sin luz...media luna perdida en el destierro

por los senderos se ofusca la templanza,

con clamores derrotados en la bruma

multitudes se disuelven sin mañana.

 

Hacia donde mirar...sino me encuentro

entre tanta confusión se está perdido,

si se atan los placeres en tu pecho

de adorar un ideal desvanecido.

 

Luz de sol...resplandor de luna llena

reflejados en la lucha cotidiana,

una inmensa caricia derretida

en la profunda canción de la esperanza.

 

Así no volverá a esclavizarse por la noria

el abismo que en el seno de los pueblo giraría,

el pasado se esfumará en la historia

la libertad plena de amor se sostendría.

       LEO HENRY