Ahora que una brisa mañanera
siembra pétalos de sol en la esperanza
como un tronco de purezas invioladas,
una lágrima se desliza fugitiva
por la historia deshecha de las ansias.
Derrama sus recuerdos proscritos en las nubes
que alimentan sus escorias traidas por el viento
y en lo alto de los montes redimidos
la confusión se esparce por los cielos.
En el vuelo sostenido de gaviotas
se multiplican ayeres en el pecho
y reclaman soledades hirientes de palabras
como dardos que cruzan el silencio.
Tanto dolor se esconde sigiloso
complacido en promesas sembradas en el barro
Los engaños se arrastran poderosos
y se besan con sonrisas cautivas en los llantos.
Luz y sombras se enfurecen como fieras
por la serpiente sutil de los reflejos,
la añoranza va cantando una canción dormida
y se arrulla en el vaivén de los desvelos.
Sol sin luz...media luna perdida en el destierro
por los senderos se ofusca la templanza,
con clamores derrotados en la bruma
multitudes se disuelven sin mañana.
Hacia donde mirar...sino me encuentro
entre tanta confusión se está perdido,
si se atan los placeres en tu pecho
de adorar un ideal desvanecido.
Luz de sol...resplandor de luna llena
reflejados en la lucha cotidiana,
una inmensa caricia derretida
en la profunda canción de la esperanza.
Así no volverá a esclavizarse por la noria
el abismo que en el seno de los pueblo giraría,
el pasado se esfumará en la historia
la libertad plena de amor se sostendría.
LEO HENRY