Cuando el sol se aproxime y entibie mis prosas,
y si el cielo se aclara, aclarando mi ser,
llenaré mi intelecto de canciones y rosas
y tu ser desmedido, acercaré con calor.
Cuando el cielo se ponga y se nuble mi tarde,
cuando lluevan deseos, de mi ser hacia ti,
y estos ojos te clamen y se nieguen a ver,
llevaré tu nombre escrito y tu esencia en mi querer.
Jugaré al amor sincero, con tu voz tan varonil,
y daré mi encanto al cielo por verte sonreír,
sembraré tu rostro en sueños para verte sin que estés,
y si logro tu cariño, mi cosecha será vivir en ti.