Osnersito
Canción para mi sangre del ayer
Como buen caballero envuelto en notas
maromo primero y tercero suelto cien gotas
Le digo a la nada; quedaré a su merced
y usted que no dice, al igual que la pared
su dinamita es este atropello
sus visitas me contracturan el cuello
tu, viudita estructura bajo mi cabello
procuras imaginar
y entonces imaginas
imaginas que rompo cristales
que destrozo la cara a sus capitales hundiéndole en la hiel
empiezo tomándole de las fosas nasales y desprendiéndole la piel
maldito estraperlo báculo de su vejez
calculo hacerlo bien,al regreso de la niñez
también hacer de este suceso una alegoría
Cantarle las mentiras, llorarle sus verdades en un solo día
Despues como un guerrero discurro mejor
y no quiero entre susurros urdir sobre nada señor
no. Que todas las vías remolcan el cuerpo hasta la muerte
para que andar buscando senderos parecidos
para que señor, si somos viejos conocidos
entonces dejo como torpe pasajero de desperdiciar el agua
y sonrío
después es gracia sonreír y sonrío
por que además me empiezo a conmemorar y fluyo como el río
recuerdo que de vez en cuando me digo lo que tengo que hacer
como eso no me gusta nada, no me hago caso
finalmente la recuerdo y eso estira más la boca hacia sus lados
finalmente me recuerdo un poco más y río a carcajadas
después transcurren unas horas y sin dejar hojas mojadas
sin sufrir condenas incoloras, uno duda en la posada
Entonces vive cada mes del día seguro de que no está seguro de nada
entonces ríe a carcajadas, esta vez sin muros, de una forma deposada
con otro consorte, que no es la vida
sino que es la muerte bien sabida
aquella que aguarda mi partida
y espera mi suerte escaldrida entre sus dedos
por que es eso lo que deseo
solo eso, encontrarla triste y ofendida.
Renso Ramiro Cuenca.