Lentamente muere el día. Muere
Invariablemente en tus ojos,
Sabiamente en tus ojos.
Besando tus pupilas se van desvaneciendo,
Entre reflejos de grana, los últimos gorjeos.
Tal vez venga una estrella a enredarse en tu pelo
Hasta que llegue el sueño, tu sueño hecho poesía.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.