Un velero navega en el frasco de vidrio,
en el mar de la mente; una fuente de ideas.
Y es un bello jarrón que amamanta los lirios,
con el agua de sueños, que pacientes esperan.
*** ***
Yo demando que fluya el equilibrio,
se pondere el pensar que equivoca,
el que esquiva el decir del corazón,
y al sentir, que son pálpitos, revoca.
Yo invoco a un Dios de inmenso corazón,
aquel que desconoce el interés
y no sufraga más que actos de amor,
cuando cuadra las cuentas para el mes.
*** ***
Corazón; desempañas latidos,
tu son a la muerte aguarda,
mientras la vida bombeas.
Le das caudal a mi sangre,
brasas a mis emociones,
y hasta al frío helador templas.
Corazón desestimas la materia,
te alimentas de esencias,
no de superficiales formas que hablan.
Rebuscas más hacia adentro,
de lo que mi cuerpo ampara.
Corazón; brioso sentido,
enfundas razón mayor,
que aquella que es protegida
por ancestrales pensares.
Pensares que envejecieron,
(sin saberlo) y aquí vetustos,
se olvidan del corazón,
enroscados a un raciocinio,
que de sabios sentimientos
resultan el lado inverso.
318-omu G.S. (Bcn-2012)