Atrapada en el viento de mi voz
fuiste quedandote dormida...sin un beso.
Inquieta estabas, revolvías las sábanas
y afuera...una noche estrellada
era testigo de mi enajenación,
tu pierna descobijada era mi fresca almohada.
y tu corazón...el reloj con su sonata enamorada.
me deslicé, te besé, y suavemente te dije
"Buenas noches mi amor" y vi una sonrisa dibujada
que por la mañana se tradujo en carcajada.
Era yo quien soñaba.