Y la noche entera besé su sueño
Exhalando en cada beso un suspiro
que volaba hasta el silencioso encanto
del paisaje de su cuerpo sobre las sábanas.
Lo abracé desde su espalda y acaricie sus pechos
Y así esperé a que llegue el nuevo día.
Despertó y en un beso despertó mi alegría.
Nos abrazamos fuertemente
Y su corazón y el mío, al mismo ritmo
Entonaron la más bella sinfonía
Del amor que es nuestro y que florece.
¡Amor mío, dulce ilusión de mis sentidos.
Cómo añoro cada uno de nuestros amaneceres
Y cada uno de nuestros anocheceres
En que palpitantes de amor nos dimos todo!
Y estos recuerdos son los ecos lejanos
De los momentos en que su alma junto a la mía
Emprendieron tomadas de la mano
El camino por el amor abierto
Por el amor florecido.