Hoy alguien tocó a mi puerta y preguntó:
¿Estás enferma o estás triste?
Ninguna de las dos, con premura respondi
No pude decirle, que mis ojos reflejan la tristeza
de tantos dias de ausencia,
de tantos dias sin saber de ti.
No pude confesarle,
que he reprimido mis labios para no llamarte
que he detenido mis manos ´para no escribirte
que he reprendido a mi mente
por no dejar de pensar en ti...
no pude decirle, que es mucho lo que sufro
que es demasiado lo que lloro
por tanto tiempo lejos de ti.
No sé, si tú pensarás en mi,
no sé, si tú sufres mi ausencia
no se si juegas a que te extrañe...
solo esto te puedo decir
¡No juegues más!
Quizás ese alguien con suavidad
vuelva a tocar a mi puerta
tal vez con ternura me quiera consolar
quizás la soledad me diga
que le permita pasar,
y entonces...vida mía
te empezaré a olvidar.
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