Vueltas y vueltas pensando sin pensar,
añorando aquello que nunca fue real
que pasó si, pero que no debió pasar
¿para qué? ¿es que es tanta mi urgencia?
¿Es tanta mi necesidad de ser amada,
que no distingo la larva de la mariposa?
Estoy agotada.
Se acabó, ya no más besar sapos
tratando de encontrar un príncipe,
volaré encima de nubes de algodón,
haré cualquier cosa que de mi te aparte
vagaré por ahí, recorreré nuevos mundos,
hasta que poco a poco de tu nombre me olvide.
Estoy agotada,
Mi cielo súbitamente cambió del azul al negro,
ha empezado a llover en mi corazón acongojado
no son de gotas de agua, sino de cristal fino
que se clavan una a una sin ninguna compasión.
Pero ya, no más amores,no. Eso ya se acabó,
hasta aquí llegó mi buena disposición para el amor.
Noche negra, la última.
Margarita