Dirías una candida doncella,
La luz de su mirada, una estrella,
Su alma una flor
El mágico jardín es su aposento,
Su divina cuna el firmamento,
Y oro su color.
Ser una estrella brillante es su ensueño,
Cuando linda se sumerge en un sueño,
En el confín
Su dulce alma de perfumada flor,
Emite su dorado resplandor,
En su jardín.
De noche, sobre la cumbre de un monte,
Una luz se asoma en el horizonte,
Luz especial.
Luz que deleita al hombre agreste,
Luz que domina el azul celeste,
Luz inmortal.
¡OH! Estrella de brillos encantados,
Es tu alma de pétalos dorados,
Cual una margarita.
Eco bello de cánticos de amores,
La más bella entre estrellas y flores,
De gracia infinita.