Justo aquí
en el reposo de un sensata tristeza de otoño,
es cuando logro entender,
un poco mas la vida.
Cansado de reir ,
de contemplar mis manos de trabajo
de rutina,
de ver amaneceres claros,
de imaginar que la soledad es un
tiempo que se aferra a la libertad.
Empiezo a sentir el sabor amargo,
de los dias mas parcos.
Sentir la amargura que tiene mi arte ,
mi ceguera,
mis malhumores cotidianos
mis viejos amores
sus rencores
su pasado interminable.
Rompo la formula de la alegria
y me regalo mis mas maravillosos
dias negros,
me regalo un sin fin de pensamientos negativos
que aveces no me dejan levantarme de la cama .
Vuelvo a ser feliz
de una manera distinta.
A convivir con la melancolía
mas clara de esta vida de aprendiz.
Llego la hora de mirar hacia el suelo
de caminar lento
llegar a una sensibilidad agobiante.
Llego la hora,
las mas fría de todas la horas,
la hora de creer que la soledad
deja de ser libertad,
y se hunde en pensamientos existencialistas.
Empiezo a sentir que las cosas que gane
se llenan de polvo gris
que todos los triunfos son viejas fotos,
De a poco los amigos miraran con lastima
a una persona que invirtió sus horas
en hacer reír.
ya no alcanzaran tus besos
ese lado del corazón,
que tan ágil latía para ti.
Sin esperarlo llego la hora
de aprender a vivir .
de crecer para adentro
mas que para afuera.
De escribir nuevamente
taciturno
fugándome del sol.
De ser de a poco un nuevo hombre,
sin dejar de ser aquel
niño risueño de ojos claro
incansable de imaginación .