Cardenalito larense
Estas lejos,
tratando de alcanzar el cielo,
indagando formulas,
para comenzar de nuevo,
buscando de nuevo luz,
tratando de ocultar tus miedos.
Esta a tiempo,
la vida no se detiene,
y entre sueños y esperanzas,
vuelves a comenzar de nuevo.
No temas que tus brazos son fuertes,
tienes sangre larense en las venas
y aún te queda fuego,
aunque el viento de la adversidad,
sople de repente.
Estoy contigo,
como esos bellos atardeceres larenses,
si te fallan las fuerzas,
aquí esta mi mano para ayudarte,
mis oraciones para acompañarte
y este amor mío que se disimula,
para arrullarte.
Autor: Marco González Almeida
Venezuela 1 septiembre del 2012
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