bonifacio

Yo amé a una sirena

Nunca le dije al capitán

Que yo amé a una sirena

Que el con su pata de palo

Y su garfio con gangrena

Me habría matado de pura envidia

Y con mucha razón

No cualquiera que anda por estos océanos

Ama a una sirena

Y es correspondido

Y entre nosotros

Es lo mejor

No sabría como explicarlo.

 

Quizás es su contacto permanente con el mar

Y con la sal

Que la hace ser siempre luminosa

Y hermosa en toda ocasión.

 

Es también resbalosa

Y talvez por eso una noche se me escabulló.

 

Pero que la tuve en mis brazos

Lo juro por mi madre

Que eso pasó.

 

Tengo que reconocer

Que he sido muy afortunado

Pues no siendo capitán de un barco

Llegue a tocar el cielo

Sin ni siquiera tener arpón.

 

Y duró lo que tenía que durar

Ella volvió a las profundidades junto al dios Poseidón

Y yo volví a cocinarle...

 

A la tripulación.