Que se apague la luz de lo consciente
que se pierda remota en los misterios
que se ampare en el recodo de los tiempos
y te rompa las sienes.
Que los ecos se unan de repente
y repitan al unísono mi nombre
y que una espina se clave en tus entrañas
para que sepas del dolor de una mujer
si eres tan hombre