Platillo para diosas es tu cuerpo,
mis manos traviesas te recorren
mi lengua, golosa en extremo
lame ávida la miel sobre tu piel.
Veo tus ojos tan llenos de pasión
que tomo tu cara y la lleno de besos
asalto tu boca, amo saborear tu lengua,
mientras mis manos provocan tu erección.
Voy haciendo un camino desde tu boca,
besos en tu cuello y garganta
me gana el deseo y tu arrogancia
y llego a tu vientre, hambrienta.
Recorre mi lengua tu falo orgulloso,
pareces un dios ahí recostado,
exigiendo mi boca, porque te pertenezco
y yo húmeda y sumisa, en ella te recibo.