Majestuosidad adornada por pilares de roca,
sosteniendo la caída de tu poderío.
¡Estrepitosa la caída,
más el remanso del manantial te recibe con suavidad!..
Tu belleza se disfruta adornando
tus entornos con los coloridos
de las flores silvestres de una gran variedad;
Te dan serenata los trinares de los cenzontles,
que se refrescan con la brisa de tu pureza.
Testigos de tu panorama se danzan los animales,
en armonía de la grandeza de la naturaleza.
Se conjugan en un solo deleite de tu grandeza.
¡Cascada! que se rinde en suavidad,
en el nicho profundo del manantial
y recibir el cuerpo virginal de la doncella,
envolviéndola en las frescuras de tus aguas.
¡Cascada! impetuoso regalo de Dios,
que engalana la belleza de mi mirar!