Aun soy firme como esta roca,
armoniosa y entendida
de todas las cosas bellas de la vida,
de todas las sombras, luz, tintes,
personajes, lagrimas y besos.
Suiguiendo las señales de mi destino
bordeando lasl leyes del hombre y
amando las de la vida,
cumplo su primera ley;
trasnmutando lo prestado
me quedare con lo real
que me dejaron quienes amé.
En este final sabran
que nunca estuvimos solos,
que reinamos un mundo
y que a la vida por el amor vinimos.
A lo largo del tiempo buscaremos la libertad
y entender, que la empece con la inmortalidad.
La promesa del sueño cumplido
(con sudor, sangre y carne podrida)
es la sustancia elemental de
mi piedra filosofal
y sere feliz por ello
hasta el final de mi legado.