No todas las coronas son iguales,
ni los gobernantes son igual;
algunos nos causan mucho mal,
otros resultan mas afables.
Nunca ha mi puerta ha venido,
un gobernante que me diga:
¡Mi amigo,que tu casa Dios bendiga,
mientras tanto esto he traido!
Ni siquiera sabran de mi existencia,
a no ser que yo hiciera algo malo;
tal vez me darian con un palo,
y quiza lo hicieran sin clemencia.
Y no es que este juzgando,
lo que a la larga se discierne,
que la corona no hace al buen gobernante.
¡Bien gobierna el que esta amando
al pueblo que le concierne,
y nunca es arrogante!
Autor:Bernardo Arzate