Tomo este papel, el tintero y una pluma
en una noche donde sólo los grillos cantan
y la opaca luz del candelabro es movida por el viento,
empiezo a escribirte ahora que estas dormida
procurando ser sincero, sin omitir ningún detalle
abriéndole camino a ésta corta despedida.
Me voy de ti, mujer ingrata y despiadada
pues no mereces ni un tercio de la mitad de mi amor,
acabaste con mis sueños y deseos
destruiste con tu farsa mi ilusión,
secaste el río que brota de mis ojos
con todo el llanto que derramé por tí.
Ahora es tiempo que me marche
es inútil una hora mas de sufrimiento,
sólo quiero perderme sin ti en el mundo
dibujando amores en los ríos de Venecia,
y olvidarme de tu nombre inmundo
persiguiendo oasis en el desierto de mis penas.