¿Mi amor?
Es ese dios
distraído,
que se abalanza
entre mis versos.
Trae una sonrisa
prendida de auroras,
y una mirada otoñal
de quietudes.
Y me acaricia
desgajando madrugadas
con su boca;
y me permite ser loca,
por complaciente.
¿Mi amor?
Es un misterio
de porte sencillo,
y mente compleja.
Me inventa sublime,
me torna perversa.
Me invade el corazón
comiendo mi cabeza,
mis virtudes.
Y yo, remisa,
deslizo hechizada
por su costa;
me agrieto entre sus rocas,
Dócilmente.
Mi amor…
-Ah… no podría
ser perfecto.
Pero cabe, ecuánime,
en todas las imperfecciones
que acepto.
(Socorro Maria Lopes)