Los grafemas dibujados por tu pluma,
en fonemas se transforman, recitados,
por los labios de un poeta enamorado
de tus campos, de tu Historia y de tu Luna.
La poetisa que subyace en tu interior,
germinada en ancestrales sentimientos,
se eterniza entre las brumas de los tiempos
cual si fuese pensamiento de Avalón.
Te brindo mi admiración
por tu elevada poesía,
y te rindo pleitesía
por tu noble corazón.
Quieran los Dioses que un día
pueda mirar en tus ojos
lugares maravillosos
de una tierra que hago mía.
Gracias por tu amistad,
poetisa dulce y preciosa,
son mis estrofas tributo
a tu esencia primorosa.