De la mano de su amante, allá va doña Manuela
La hermosa dama de Quito, que le robo el corazón
A quien fuera de Venezuela ¡nuestro gran Libertador!
Fue valiente y decidida, arriesgando hasta su vida
Por estar junto a su amor…
Cuando sus fuerzas flaqueaban, pedía Bolívar a su amada
Que estuviera junto a el…y no había impedimento
¡Ni el más feroz de los vientos! que detuviera a esta amante
Tan pronto lo permitían; los angustiosos caminos
Ella iba tras su amado, para cumplir su destino.
En tan duras situaciones, fue manuela la valiente
A estar junto a su hombre ¡sin importarle la gente!
En las duras condiciones, que implica estar en la guerra
Lo siguió en feroces batallas y por agrestes tierras.
Era Manuela la bella… ¡la de inmenso corazón!
¡Que le robo los suspiros a nuestro Libertador!
Autora: Sembrando Mariposas