Creí que eras sincera
Y que estarías conmigo hasta el final,
Que mi piel ya fría recibiría el último beso
De tus labios mojados de llorar.
Y no fue así, fue promesa en falsedad
Que yo se que un Tercero
Todavía no se atreve a borrar.
Esperé una eternidad
Sustentado en esa entrega sin igual,
Donde no negaste caricias,
Viviendo la perfecta intimidad
Sin imaginar que te irías
Para jamás regresar.
Aquella carta que quiso aminorar
La pena de verte marchar,
Sin firma ni remitente
Me dejó en la imposibilidad
De un ruego, una mirada y un beso.
No se donde estarás,
A lo mejor te juzgo mal,
Quizá una pena más pesada cargarás,
Pero sincero te dije
Que podías contar conmigo
Que una pena entre dos no pesa más.
Pero en fin, cualquiera que sea tu verdad,
Yo no mentí, tú eras mi felicidad,
Te esperé un año y más
Y a veces sueño que aparecerás
Para cumplir aquel pacto con nuestro Tercero
Que avaló aquel acuerdo nupcial.