¿Quién me devolverá las noches perdidas?
aquellas en que a deshoras te escribía poesías
y que en el suelo al amanecer el sol las descubría.
¿Quién me devolverá las lágrimas caídas?
las que a veces al pensar en tu lejanía
rodaban en mi mejilla y en el aire se perdían.
¿Mis sueños, me serán devueltos algún día?
sí, aquellos que en los que tú siempre vivías
y que junto a ti al mirar las nubes se cumplían.
¿Mi corazón, quién podrá devolvérmelo?
si de buena gana a ti siempre te lo ofrendé,
¿cómo podré ahora yo amar sin el?
¿Y el amor? ¿quién me devolverá todo el amor?
todo el que tenía y que con fervor te di yo,
¡no!, ese no lo quiero devuelto, no, que ese amor
con todo el corazón te lo regalé yo.