La he visto volver
en aguas muertas.
Barquita del ayer
que vas y regresas.
Flotas en azul,
viajas con recuerdos.
No me dejaste subir
a tus asientos viejos.
Tu madera mojada
guarda en silencio
el aliento embravecido
de aquel viento
que te empujaba
a la deriva.
Y bajo la estela
de tus aguas frías
la arena encalla
su nombre.
Tú, barquita de noche,
que te la llevaste
a playas lejanas.
Sus últimas notas de piano.
Su última mirada escarlata.
Su perfume acanelado,
sus lágrimas claras,
su último beso, su último enfado,
su última risa ahogada.
Ella naufragó,
pero tú regresaste con vida.
Las aguas me traen el perdón
mas difícilmente se olvida.
Barca, barquita mía,
tú que aún flotas eterna,
no te escondas.
Llévame a cuestas con ella.
Dame tu ofrenda
y que el mar ponga
el cerrojo a sus puertas.
J.M. García
www.josephmercier.es
Todos los derechos reservados