Olivera Dayana

Lo hacemos por amor

El ardor de tu destreza en mi espalda

Es una daga que rompe mi cordura

Habito el caudal de tus entrañas

Todas las noches con lunas

 

Instala tu aliento entre mi boca

Duerme tus labios candentes

Baña tu fe entre las olas

Que se hunden en mi frente

 

Estrecha mi cuerpo agitado

Eres la paz que anhelo escuchar

Dame el pasar de esos anos

Que no hice más que callar

 

Captura mi delirio en esta alcoba

Quiero paladear el placer

Hazme sentir esas cosas

Que tan adentro guarde

 

 

 

 

 

Mi poder está en la intimidad

De un roce inocente, esporádico

Que me arrastra a navegar

El planeta de tus labios

 

De repente basta tentarme

Con tu osada presunción

Así comienzo a arrojarme

Por la senda del amor

 

Me enardeces con la lumbre

Que emerge dentro de tu voz

Provocas que me desnude

El alma y el corazón

 

Pierdo el juicio si me tocas

Me apasiona tu mirar

Me provocas ciertas cosas

Que me hacen desvariar

 

Soy irresistible a la furia

De arrebatarte el ropaje

Tu sabor es la locura

Que ya no quiero borrarme

Me encantas porque eres sensual

Dulce, sagaz y atrevido

Porque sabes conquistar

Lo que siempre necesito

 

Tú siempre fuiste un donjuán

Un iluso tan prohibido

Eres fuego en realidad

Un amuleto sombrío

 

Yo te honro tal cual eres

Tu incitación me hace estallar

Y en ocasiones me duele

Inspirar  cuando no estas

 

Soy dócil ante tu hechizo

Me fascinan tus intrigas

Ese misterio prohibido

Que separa nuestras vidas

 

Yo abandono mi esperanza

Para aferrarme a los sueños

Que me imprimes en el alma

Y me trazas por el cuerpo

 

A tu voluntad yo me rindo

Sin fingir autoridad

Voy en contra del destino

Para verte despertar

 

Mi apetito es insaciable

Cuando se trata de ti

Yo solo quiero entregarte

El momento que perdí

 

Tu aposento es el remedio

Que me aleja del dolor

En tus brazos yo me pierdo

De este mundo alrededor

 

Me basta tu olor excitante

Acosando mí conciencia

Para correr a besarte

Cuando me abarcan tus piernas

 

Quisiera vivir en la isla

Detrás de tu intimidad

Saborear esas caricias

Que naufragan en tu mar

 

Tu piel firme y exquisita

Siempre me abraza al dormir

Sana todas las mentiras

Que ayer me hicieron sufrir

 

Engendra en mí la demencia

Que no se pueda aliviar

Borra de mí esta cautela

Antes que pueda explotar

 

Hazme suspirar de ventura

Mientas me aferro a tus cabellos

Tú sostienes mi cintura

Y yo me afianzo en tu cuello

 

Eres la perdición que acorrala

Los momentos ya olvidados

Tu presente es mi batalla

Para librar el pasado

 

Tu lujuria es desafiante

Siempre me logra vencer

Destilas un vino salvaje

Que se esparce por mi piel

 

Al final reposo en tu auxilio

Extenuada de placer

Recordando los gemidos

Que brotaron de mí ser

 

Pretendiendo develar

Por no perder un instante

De poderte contemplar

Sin que puedas observarme

 

Yacer atada a tu brío

Después de hacer el amor

Junto a el anhelo dormido

Que hoy escuche de tu voz

 

Te amo más cada segundo

Amo tu piel y tu voz

Brindo porque estamos juntos

Y lo hacemos por amor