En las ave lunas y los desiertos
el muerto quedó
yace triste y desgarrado por el día y la noche,
entre los rezos y los llantos
acaba su vida en los puros huesos marchitos,
el fiel amor se queda en lo humano
y su sentimiento en el olvido
de una foto antigua.
Cuántas cometas habrás regalado
cuántas habrás esperado,
cuántas rosas le faltarán a esa tumba.
Ve y llevale serenata a las estrellas
que yo ya he muerto.
Esas hermosas flores
ve y llevaselas a la tumba que le hagan falta recuerdos.
Traicionero en huesos estás, traicionero en silencio te dibujas.
Cuántas cometas me quedé esperando recibir de tus manos añejas,
cuántos atardeceres me perdí pensando en ti,
cuántos morí y sucumbí en los delirios de lo que viví.
Pañuelo roto y cejas muertas,
párpados azules de quietas rayuelas,
es todo de ti,
es nada ya de ti.
Eres el sobrante de la raza perdida,
de la raza abatida,
de la raza marchita.