Vuelvo al génesis de mi existencia
para ver esa pequeña luz que aún no se apaga.
Que fue la razón del divino verbo
para infundirle espiritu
al polvo y al agua.
Y aun no logro entender por qué he nacido.
Será que no he querido
aplastarle a la serpiente la cabeza
y por eso no consigo la victoria,
ni la tibieza del aceite ungido.
Si no tengo un testigo en mi memoria
que me de razón de ser conmigo
aunque responda a la vida,
si me perdiera en la sombra sin destino
o si sintiera que esa luz se apaga
por más que buscara en el principio
descubriría que he venido de la nada