Ausencia de tú ser
Que nunca supo de mí querer
Ausencia de tú presencia amada
Que nunca vio en mi mirada cuánto la amaba
Ausencia de tú belleza
Que nunca miró mi mirada enamorada
Ausencia de tú ilusión
Que nunca descubrió mi infinita pasión
Ausencia de tú sonrisa
Que nunca me miró con su bella risa
Ausencia de tú caminar
Que me incitaba a soñar
Ausencia de tú voz divina
Que me inquietaba cuando la veía
Ausencia de tú rostro bello
Que cada día se me hace eterno
Ausencia de ti
Ausencia por la que muero
Ausencia con la que sueño
Ausencia que me hace llorar
Ausencia que no quiero olvidar