Por lo que nunca
nos dijimos,
y las miradas
que ya no se encontrarán.
Por las caricias
aguardando en mis manos,
y tu sonrisa de ángel
viviendo en un letargo.
Por los sueños
que no soñamos juntos,
y las fantasías
que murieron sin magia.
Por los recuerdos
que jamás existieron,
y esa nostalgia
que se marchitó llorando.
Por los caminos
que no se anduvieron,
y por las sendas de oro
allá en la eternidad.
En fin, por todo eso
que dejamos pendiente
y que esperamos con fe
revivir más allá.
…Por eso y por todo,
te sigo amando.
e.g.