En un hermoso parque
Cruzando el sendero de tu sonrisa,
Allí te vi damita hermosa
Con flores alrededor
Y una pena solitaria en el corazón,
¿Tanto anhelas tu paz?
Edifico este silencio para ti
Albergado entre el crudo invierno
Con nubes solapadas de esperanzas
Cargadas de miradas atentas
Pequeñas, encantadoras, enternecedoras
Abrazando una y otra vez
Los pétalos de tus finas manos
Tocando las mías para darme calor
En un día interminablemente perfecto
Cada segundo se hizo eterno
Para el deleite de mi escondida felicidad
Los árboles altos testigos de nuestro andar
La lluvia al final del día se quiso mofar
Pero en tus labios intentó quedar
Tu beso en un instante de rubor coqueto
Es esa esencia de mujer tan delicada
Y en mi rostro un trozo hermoso de tu mirar
Damita hermosa sellada de besos al pasar.