¡Ah! Como inicia el día, mientras las ráfagas de vientos,
Que del norte llega adelantado, congelando la piel y hueso,
Y mientras la brisa, tira las hojas marchitas, y levanta el polvo,
En el otoño, que apenas comienza, el invierno reclama ya.
Su pronta presencia, y entre que calienta y quema, el sol,
Solo se halla el ser, que por ti, añora tu aliento…tu presencia.
Y mientras en medio del todo… nada… solo me encuentro,
Abandonado, por… con ese silencio mortal, que da la distancia,
Mientras los tiempos no compaginan, lo que dos almas…dos pieles;
Dos espíritus declaman y reclaman… un momento… un segundo…
Que en medio del universo, seria esa eternidad soñada, amada,
A como el pensar me transporta, en medio de esa sabana…
Y mientras envidio esa sabana, que cada noche, acaricia a tu cuerpo,
Mientras tu sueño, arde de deseo… de encontrar consuelo, en los brazos,
Que ansiosos, enrollan tu piel cálida, suave, ¡oh! El latido desaforado,
Mientras el aliento se entremezcla, a tus ex halos jadeados, buscados,
Con las yemas intranquilas, por recorrer y explorar tu relieve, tu corteza,
Delicada, hambrienta, de sentir, el canto emanado del corazón; de ti seducido.