¡Quiero vivir, le digo gritando, a la vida!
Dejarme que sienta, dejarme tranquilo
Camino contra viento y marea,
En este sin vivir, de mi exilio
Las sienes explotan, en mi aldea
Las guerras son un gran suplicio
y no tengo armas, ni arcos con flecha
Y dardos que en la Diana, no los diviso
¡Quiero vivir le digo, gritando a la vida!
Y nadie responde ni sale detrás del viso,
Una cortina de dolor duro escondida,
Que se pasea por mi cuerpo y mi asilo,
Que demente muere en mi día, a día
Y hace trizas el sentir que respiro,
De luchas internas que vacían mi vida
Ya no tengo cariño, sólo un mal camino
Por donde se pasea mi ser hacia La tumba,
Lápida con mi faz dibujada entre granito,
Mármol helado que soportara eterna, La puerta enlazada, entre la tierra al cielo
Y no soy duro, mis versos van a la nada,
Donde todos los seres y almas sin celo
Final de toda vida, allá por su encrucijada
Yo, espero vivir mil siglos con mi duelo,
Antes de partir al los cielos como un hada.
¡Camino vacio de cariño y suerte en mi propia vida, que no sonríe con sus memorias, en el infinito!
Modesto Ruiz Martínez / sábado, 06 de octubre de 2012
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