joaquin Méndez

A esa mujer.


 

En la discoteca, una noche, bailando la vi.

Me pensé que era un sueño, pero era realidad

Pues estaba junto a mí

Y cuando vi. Aquel cuerpo, como se movía,

Con tanta gracia tanto salero y tanta alegría

Mi corazón quiso decirle que la amaba pero yo

No me atrevía

 

Cuando supe que no estaba libre, ya era paz. Volver atrás

Mi corazón se Avía enamorado y ya era imposible

Poderla olvidar

 

Esta mujer me tiene loco y embrujado por su querer

Esta mujer a aunque sé, que no me pertenece, a su amor

No renunciare, no renunciare, no renunciare.

 

A veces la veo, como lo besa, se me parte el alma se me para

El corazón me da vueltas la cabeza.

Y yo quisiera marcharme de allí…

 

Pero al mirar sus lindos ojos y su cara bonita…

Con una sonrisa me dice, que no me valla

Que me quede allí que me necesita.

 

Esta mujer me tiene loco y embrujado por su querer

Esta mujer a aunque sé, que no me pertenece, a su amor

No renunciare, no renunciare, no renunciare.

 

Autor Joaquín Méndez.

Reservados todos los derechos.

06/10/2012 11:26:16