En la discoteca, una noche, bailando la vi.
Me pensé que era un sueño, pero era realidad
Pues estaba junto a mí
Y cuando vi. Aquel cuerpo, como se movía,
Con tanta gracia tanto salero y tanta alegría
Mi corazón quiso decirle que la amaba pero yo
No me atrevía
Cuando supe que no estaba libre, ya era paz. Volver atrás
Mi corazón se Avía enamorado y ya era imposible
Poderla olvidar
Esta mujer me tiene loco y embrujado por su querer
Esta mujer a aunque sé, que no me pertenece, a su amor
No renunciare, no renunciare, no renunciare.
A veces la veo, como lo besa, se me parte el alma se me para
El corazón me da vueltas la cabeza.
Y yo quisiera marcharme de allí…
Pero al mirar sus lindos ojos y su cara bonita…
Con una sonrisa me dice, que no me valla
Que me quede allí que me necesita.
Esta mujer me tiene loco y embrujado por su querer
Esta mujer a aunque sé, que no me pertenece, a su amor
No renunciare, no renunciare, no renunciare.
Autor Joaquín Méndez.
Reservados todos los derechos.
06/10/2012 11:26:16