No me vas a leer, así que escribo
tan sólo en reflexivo pensamiento
pienso:
Me quedo sin clientes en estos días
el polvo de mis pasos salplica por momentos la memoria
me quedo en el desierto
los médanos me alumbran en el rostro
me sobra el sentimiento
Reflexiono ante la vida que nos deja
sin aquellos que han decidido abandonarnos
allá ellos y la herida que nos dejan
debieran ser castigados por dejarnos
¿A quien se le ocurre? Ah!
Hacernos despertar una mañana
y dejarnos una nota en la ventana
diciendo que ha volado como pájaro
que el nido compartido ya no es tal
y el viento el vuelo en tiempo lo ha impulsado
sin decirnos de hecho: no tendrás
de mi ya ni un te quiero,
ni un te espero
tan sólo un recuerdo te he dejado
la ropa en el tendedero y el mandado
que debía concretar para la cena
no lo haré, si quieres tú,
haz el trabajo
que yo de ti me iré,
ya me he marchado
¿A quien se le ocurre? ¡Ah!
Dejar abierto el grifo de la pena,
lanzar por el desagüe, al basurero
tanto tiempo invertido en el cariño
y quitarle un juguete viejo al niño
que lo ha guardado en cuido como madre
ha cuidado aún ya grande, a sus hijos
¡Ah! ¡Qué pena! ¡Qué pena por ellos!
Si se van, pues bien, ¡Buen viaje!
aquí nos dejan quietos, mirando el paisaje
Seguro habrá un vacío, una flor menos
pétalos en el suelo
hormigas en sus tallos
Allá verán el lago
tranquilo y sin un ave,
sin brisa que lo aturda.
Como un retrato en medio del museo
guindado en la pared
allí en cualquier pared
ya nadie los verá,
y el tiempo hará el trabajo
el polvo traerá
y algún día alguien ese retrato
lo tomará, y sin quitar el polvo
a un rincón oscuro lo envirán...