Joseph Mercier García

ME GUSTAS

He tardado.

No te enfades.
No entendía mi voz, ni mi mirada,
ni el tamborileo de este corazón.
No veía luces ni sombras.
No sentía frío ni calor.
A veces, al alba me sorprendía despierto
y cuando el sol declinaba, me oía suspirar.
A ratos, mi mente desaparecía
y mis pensamientos... me pregunto dónde fueron a parar.
Las confesiones suenan terribles,
aunque en el fondo solo sean trozos de verdad.
Es difícil entender los orígenes
cuando escapan a la ciencia.
Hoy me ha querido alumbrar una luz.
Perdóname por no haberme dado antes cuenta:
me gustas tú.