Escucha corazón que ya te paras
No dejes de latir que me lastima
El paso del suspiro como espina
Clavado en mí pecho que se cansa.
Escucha corazón que te apagas
No dejes de luchar contra la prisa
Del soplo de la muerte descosida
Que viene por la vena desalmada.
Es hoy, mi corazón, que necesito
Los nervios de tu fuerza contenida,
La cara más atroz de tus pesadillas,
El firme pedestal de tu vigor,
Que luches por mi vida con tus dientes
Y logres que no deje ríos dolientes.