En todos los lenguajes involuntarios del destino
nos encuentra
se nos sujeta en el alma
en las neuronas y en las venas
una mañana despertamos
ya no siendo lo que fuimos
sin saber lo que será
siendo ahora como el viento
como un grito
perdiendo la cuenta de los tiempos
de la soledad
perdiendo el llanto
perdiendo el seguro de la misma muerte.
nos posee
arrullandonos la vida
destilando en nuestra sombra para siempre.
Nuestro cuerpo amante un día muere
las luces que enamoran siguen tenues brillando en el sepulcro.
La esencia de amor
ahora está en la misma tierra
germinando la savia de las flores
de los insectos que polinizan el mundo
sembrando algo de nosotros por la vida
asi el amor ha cumplido sus promesas
nos hace eternos.