Ese momento en el que todo se detiene, en el que tu vida por unos segundos para. Y solo te encuentras contigo mismo, sin nadie a quien engañar o mostrar la máscara que tanto te protege y evita que los demás vean lo que solo tú puedes ver en ti.
Me encuentro aquí conmigo misma, a mi no me puedo engañar, yo lo sé. A pesar de que no esté acompañada y no haya nadie a quien mostrar esa máscara, no estoy sola. Aún estás conmigo.
Mi vida tiene que seguir a mil revoluciones, para permanecer con esa imagen que los demás ven en mí, que algún día espero se acoplará y hasta yo la veré, porque ya seré yo. Por ahora, no puedo detenerme, si me detengo, será como hoy. Que me sé, que conozco que estoy sola, pero no estoy sola, porque te cargo conmigo.
Tenerte y a la vez no tenerte, prefiero no detenerme para no tener que enfrentarme a mí misma, porque no soy solo yo. No quiero enfrentarte. Solo quiero dejar de compartirme. Quiero que toda yo, me pertenezca de nuevo.