Armando Cano

ESO QUE SE LLAMA AMOR.

A Rosa

 

 

Un día deberíamos  dejar de estarnos contando,

lamentando como nos tratan,

que nos hacen, lo mucho que sufrimos

y como dejamos pasar el tiempo

al lado de esas personas que no nos aman.

Y que no vemos que al confiarnos tantas cosas,

al llorar uno con otro, al apoyarnos mutuamente,

no hemos sabido darnos cuenta lo que nos une.

Y sólo será hasta que nos aceptemos como somos,

que dejemos de pedir imposibles;

que lo que pretendemos construir

es una vida al lado de alguien,

no es una cosa o una  casa, con medidas al gusto,

cantidad de cuartos y determinado número de ventanas,

una fuente en  el  jardín y cochera para dos autos…!

No nos queremos dar cuenta que quien nos acompaña,

quien nos consuela, quien con nosotros llora,

es esa persona la misma que nos ama.

Quien siempre esta a nuestro lado

que estoicamente acepta el papel que le otorgamos:

el de simple observador.

Y sufre con uno, llora cuando lloras, trata de hacerte sonreír.

Y sólo a tu lado es feliz.

No nos damos cuenta y nos hacemos daño.

Posponiendo la dicha, la felicidad, los besos.

Los abrazos, los silencios y mil tazas de café.

No nos damos cuenta y dejamos pasar los veranos,

las gaviotas, las caricias de sus manos,

los tibios rayos del sol.

No nos damos cuenta que lo que sus manos tienen,

cuidan y acarician es a nuestro amor.

 

 

© Armando Cano.