Amor, tendrías que ser más paciente,
y esperarme.
¿Acaso no te he estado
esperando yo durante
todo este largo tiempo?
Un breve tiempo, a veces
se trasforma en un interminable
tiempo cuando se ama.
Hoy he recibido tu llamado
y me decías que tuviste
ese pequeño accidente.
Tuve yo uno similar
al tuyo, lo sabes.
Una caída, siempre existe.
La misma caída que tuve yo
hace un par de meses.
Esas escaleras...
tenés que tener más cuidado
al bajarlas.
Nosotros, que ya hemos
pasado nuestras décadas,
sobre todo, debemos tener
más cuidado al bajarlas.
Me decías que ya estabas mejor.
Me alegro. Cuídate.
Estoy haciendo los
trámites para ir a visitarte.
Ten preparado todo,
como siempre.
Cumpliremos con nuestro
pecado trimestral.
No te enojes.
Me imagino tu carita
al leer "pecado".
Y si así lo fuese,
qué nos importa.
Tú eres libre,
y también yo.
Pero me satisface decir
"pecado trimestral"
Dime después qué es lo quieres
te lleve.
Pídeme lo que quieras.
Te lo concederé.
Pídeme el cielo
y las estrellas,
y por arte de magia,
los bajaré y te los llevaré.
Qué felicidad el pensar
que dentro de un par
de semanas estaremos
juntos por unos días.
Una semana juntos,
después de tres meses
sin vernos.
Te has enterado que tu madre
quiere también ir
a visitarte. Desea que
viajemos juntos.
Pídeme también eso,
y viajaré con tu madre.
No vayas a decirme que soy
de otro planeta.
Desde que te conocí a ti
pertenezco al mundo
de los seres felices.
A pesar de todos los
problemas diarios
que tenemos que soportar.
Pero todo pasa.
Nada me importa.
Es que te amo tanto...
Tú lo sabes.
Te dejo un momento...
está sonando el teléfono...
Oh, qué tonto soy...
si tú no estás en tu casa
en este momento.
Tu madre fue la que
me llamó. Insiste en
que quiere viajar conmigo
para estar junto a nosotros.
Me la llevo. No te sorprendas.
Es tu madre. Bendita sea.
Te dio la vida.
Cómo no quererla.
Todo lo tuyo amo.
Ella no será un obstáculo.
Tú lo sabes. Es discreta.
Espero no te opongas.
Tienes la suerte de tenerla.
Yo no la tengo.
Amémosla. Ella nos ama a nosotros.
Pienso en los momentos
que estaremos juntos,
y ya mi corazón comienza
a excitarse. En realidad,
no solo mi corazón.
Todos mis miembros se excitan.
¿Me amas? Dímelo. Una,
cien veces. Quiero leerlo.
Cien veces te digo yo
que te amo profundamente.
Los cambios de estado de ánimo
que tenemos los seres humanos.
De la angustia, a la felicidad.
De la felicidad, al dolor.
Mi estado de ánimo me lleva
hacia la felicidad.
Porque he de ir a tu
encuentro. Ya pronto tú
estarás con nosotros.
Vendrás para siempre
a estar a mi lado.
Por ahora, debemos conformarnos
con este " pecado trimestral".
No te enojes, amor.
Acéptame cualquier
expresión. Soy feliz.
Iré hacia ti en unos días.
Te amo más allá de nuestras vidas.
Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto- 08/10/2012)