PARA QUE TÚ ME ENTIENDAS,
dibujé una verdad, para encontrar tu nombre,
Brenda.
Para que tú me entiendas y me escuches
y mis versos en grácil romería
en el bosque sombrío de tu amor
formen vereda.
El antes y después
a nuestro padre tiempo no interesa,
ni tu palabra que como un túnel busca
cubrir lo poco que del sueño queda.
Una verdad. Un todo en el espejo
de ignominias sutiles. Una idea
de azul, que sepa pronunciar tu nombre
y repetir en mis ensueños:
Brenda.