Andando por el mundo, sin salir de mi sitio, volando salvaje mi pensamiento en sueños despiertos, fui a toda a parte, viajando sin maleta, en aviones de papel grandes viajes hice, en barcos lujosos de corcho, hice cruceros, de todo fui, desde una grande artista de cine, un premio nobel. Conocí a muchos actores que me gustaban, también fui bailarina de ballet, interpreté el Lago de los cines, con el traje albo e lleno de volantes, con la diadema en mi cabeza, fui amada, obsequiada, tuve e fui todo. Soñando se vive en plenitud, de nuestro intimo, volvemos a la realidad, con una sonrisa, de felicidad.
Soñé que alguien me llevaba a junto de Dios, por una escalera que perecía no tener fin. Íbamos hablando, mientras subíamos, pro no vi con nitidez su cara, tampoco al llegar a la puerta que era donde Dios estaba, vi algo.
Solo una luz inmensa e sintiendo Su presencia. He volado por encima de los arboles, leve como una pluma, mirando la gente en terrazas, andando, todo esto soñé, unas veces despierta otras durmiendo.
Vida vivida despierta e real, solo me ha traído desilusiones, frustración, momentos de esperanza pasajeros, certidumbres como un bien adquirido, que eran falsas.
Continuo soñando, como si en el tiempo quedara parado, en la quietud de un campo cubierto por la nevada.
Es lo que soy, un mar de sueños, que no quiero que se transforme en arenal, que con viento pica mi piel e me hace cerrar los ojos. Dentro de ellos todo sé hacer, tocar piano sin mirar la pauta, cantar con voz cristalina de la juventud, bailar en puntas, ser algo eterno en los que marcharen después de mí.
Quería ser yo, porque yo soy mis sueños, no la aspereza del día a día, que me desgasta, entristece, ¡tanta maldad, tanta negación hacía mí! Dejarme, libre, volando por encima de las nubes, soñando mis fantasías, que tanto me ayudaran a ultrapasar, momentos terribles.
Mismo con gafas, los ojos son los de siempre, mismo, sin el brillo de antes mi pelo es mio, sin la piel lisa e estirada también lo es. En sueños nada de esto aparece, solo la figura que he sido, natural e elegante. Sabia, privilegiada, siendo lo que deseo ser. Sin edad, sin repeticiones, cada día una persona distinta.
De un sueño quizá haya nascido, de un sueño quizá haya vivido, de un sueño quizá haya sido mi pasaje por el mundo.
Alguien que nunca he visto, al sentarme en una cafetería, dijo” Gracias a Dios que veo una Señora bien vestida e elegante” La miré era Una Señora también, pero brasileña, fui junto a ella e le agradecí con un beso, ella dijo” e bien cheirosinha” quería decir perfumada. Esto ha pasado el sábado, no es sueño, es la pura realidad.
Viernes, una chica joven, también dijo” La señora hace envidia a las de treinta e cuarenta años, o menos, Tiene una juventud, una alegría e un frescor que ya nadie joven tiene”. Esto es verdad, estaba acompañada por mi amigo, que comentó “solo tienes piropos”. ¿Vanidad? No. Bien estar, despierta, sin aviones de papel, ni barcos de corcho, renuevo la confianza que tengo que tener en mi realidad.
Seguro, que algún día se acordaran de mí, cosas sin importancia, pero que nos animan a continuar a ser lo que somos sin mentiras ni pasta en la cara ni fajas para hacer de cuenta, que somos lo que no somos.
Que nunca tenga miedo, de no tener tiempo para vivir bastante más, de no tener salud, de no sentir una mirada agradable, sobre mí.
Así, quiero, soñar, ser todo lo que he querido ser, acontecimientos felices, ser algo que solo en sueños puedo alcanzo.
De pequeñas cosas, se hace un grande día. Mas uno, así deseo que continúe, pues voy siguiendo volando por encima de las nubes.
Los golpes que me dan, solo una pisadura quedará para recuerdo.
Oporto, 8 de Octubre de 2012
Carminha Nieves