La mueca rezaga por la falda del tiempo
revienta ventanales
aletea su presencia.
Murmuran siglos libertinos
profanan el cambio climático
se manifiesta.
Deletreo la constelación del paladar
emergido eclipse se ha hincado
en la axila de mis dedos.
La planta invernal
incendia la religión y el pretexto
el error y la excusa.
Encuentro:
antiquísimos libros del profeta.
La repentina figura del mundo
llena los lugares.
El talle extenso se duplica onírico
desde sus entrañas
pisa el continente de mi lecho.
El cráter nuclear dicta una copia:
“si hubiéramos”:
ciegos consejos funde la conciencia.
Esa criatura me nombra entre dientes
con la edad y el retrato
hay tanto frio y desorden.
El inquieto se acostumbra a sus calles inquilinas
busca la piel con su pradera de sal:
descubre mis pies en este valle de estaturas
… han muerto los años
en mi vaso
donde se derrama el día glacial.
BERNARDO CORTÉS VICENCIO
PAPANTLA, VER MÉXICO