Los poetas se tendrían que casar con mujeres de especial sensibilidad
que los dejaran podrirse entre papeles,
libros antiguos, y grimorios con las formulas exactas para seducir a la luna
Omar García Ramirez.
Debe ser abierta,
poco celosa,
que no confunda
odas a la rosas
con señales
de poco afecto.
Ocupada en sus asuntos,
con una vida propia.
Dejando al gentil poeta
con su mente abierta,
sin lugar para la culpa.
Deseosa de leer cada boceto
y libre para dar su opinión.
El poeta soportará
cualquier crítica despiadada
con tal que su amada
lo deje escribir al sanfasón.
La mujer de un poeta
quizás no exista en este planeta,
pero soñar nada cuesta
mientras escribo
escondido en un rincón....