Te vi mirando por el ojillo
de la constreñida cerradura
buscando excusas a la deriva.
La tierra sin dolor.
A la tierra sin olor.
Y adónde va a parar el agua?
Que vemos en ella?
cuando nos miramos sobre ella.
Acaso el ocaso de la piel
acaso un guiño de miel.
Creo que me perderé
por el ecosistema del ir…
y el muchacho se desvanece…
en una perfecta calle romana, concuerdan las olas y las dimensiones que Alfonsina describió en voy a dormir. Lentamente mi boca muda suda palabras, mis ojos donde andarán mis ojos.
Frágiles las barcas transportan la voluntad a otros cuerpos recién elaborados.
Sagrados buitres rapaces danzan en espera de un nuevo organismo que desparramar suspiro por ella y se desvanece también el pensamiento…