lumino

Recojo mi rebaño

 

El viento húmedo

canta romanzas del devenir,

abre puertas por las que escapará

el estío huyendo por ellas.

 

El verano cierra por vacaciones

deja a la carrera

un cartel repleto

de nubes navegantes: 

cometas sin hilo,

ni gobierno,

ni destino;que céfiro no rija.

 

Plañideras del cielo

vacían desconsoladas

la sal de sus lágrimas

en un réquiem anunciado.

 

Las pestañas del sol

se relajan derrotadas,

caen para no ver

que ahora ya no reina.

 

La luz es de los ocres

del púrpura y el amarillo

del brillo del arroyo vivo

del crepúsculo mágico.

 

Las bestias vuelven al establo,

los chiquillos, a sus carteras,

los bombones, al colmado,

...yo, aquí me quedo;

 

estoy cansado...