Esta noche elevaré mis versos al cielo,
besarán las estrellas, una a una,
para hacer un ramito con ellas
y fundirse en un poema lucero.
Esta noche volaré en nube alada,
con el ramo de guía, iré a tu lado;
me dejará suavemente en tu isla
y te ofreceré el poema estrellado.
Esta noche desnudaré mis versos
para vestirlos de guiños celestes
y te regalaré un beso y un te quiero,
perfumaditos de tierra y de cielo.
20 de enero de 2012